Terreno y  paisaje como fondos permanentes y potenciales, se procura no distorsionar su existencia. Para ello con el deseo de integrar la edificación en esta particular ubicación no se utiliza la escala como elemento de presencia sino de pertenencia. Se escalona la vivienda adaptándola al terreno donde los paquetes funcionales dialogan con este deseo de integración.

Se emplea la sección en zeta y se utiliza la estrategia de construcción por medias alturas, de esta forma en planta de acceso se ubica el garaje y la entrada principal; en la entreplanta alta el área de noche y en la entreplanta baja el área de día con espacios de disfrute. Se aprovecha el sol como máquina para diseñar luces y sombras empleando recursos de bioclimática como mecanismos de confort. La relación interna se realiza mediante la inserción de un patio que introduce luz ventilación cruzada y naturaleza. La vivienda se muestra de forma única como un movimiento de piezas integradas, adaptadas y de escala controlada donde es mas importe la luz, el espacio y  la extensión visual que la grandilocuencia constructiva.