Casa Crab
Un espacio que se esponja
El proyecto nace de la topografía. La obra se esculpe en el terreno para que sus distintas capas de usos se acoplen y se relacionen. Siendo el programa dos viviendas unifamiliares pareadas, tratamos el conjunto como un único volumen donde sus movimientos a modo de pliegues topográficos moldean la forma exterior dialogando así con el paisaje montañoso que existe de fondo. La idea nace desde su base, el terreno se apodera de la planta baja mostrando grietas que nos relacionan con el exterior. El programa tradicional se invierte de tal manera que el acceso y el garaje son provocados a nivel enterrado por una de las grietas en el terreno. En planta primera se sitúan dormitorios y despachos, espacios que por su orientación y posición funcionarán térmicamente bien favoreciendo la economía energética. En planta alta se encuentran salón, comedor, cocina, terraza y piscina. Desde el interior de estos espacios se reconoce en el techo, a modo de cascarón, el movimiento de la cubierta provocando gran sensación de espacialidad y vinculándose orgánicamente con el exterior. La planta alta se relaciona con la baja por medio de un patio circular y con un acceso desde la terraza.
La necesidad de preservar la privacidad motiva la utilización de grietas a modo de patios donde los jardines crecen. Esta estrategia permite esponjar la vivienda y que el espacio adquiera otra dimensión.
La chapa industrial blanca es la que transmite textura a la intervención.
Desde la calle andando descubrimos la casa, cual cangrejo, mientras abraza su propio paisaje.
Cliente Privado
Programa Dos casas pareadas
Área 840 m²
Presupuesto 700.000€
Año 2017
Ubicación Jaén
Fotografía Jesús Granada
Arquitectos Alfonso Mollinedo
Esperanza Lozano